viernes, 25 de noviembre de 2011

LAS VELAS EN LA CORONA DE ADVIENTO

En muchas casas vemos que antes de Navidad se pone como centro de mesa una corona con velas. Además de ser un elemento decorativo, esta corona anuncia que la Navidad está cerca y debemos prepararnos.

 


EL ORIGEN DE LA TRADICIÓN

El término "adviento" viene de adventus, venida, llegada, siempre es próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre.

Johann Hinrich Wichern (Hamburgo.1808) fue un teólogo evangélico que se dedicó al cuidado y la educación de niños abandonados o que vivían en extrema pobreza.

Como pasa en la infancia, cuando se acercaba la época de Navidad, la espera se hacía eterna. Para acortarla, Johann Hinrich Wichern creó la corona de Adviento.

La corona de Adviento original creada por
Johann Hinrich Wichern contaba
con 19 velas rojas y cuatro blancas
(© Wikimedia Commons)

Con una vieja llanta como base, cubrió la base con madera y ramas. Colocó 19 pequeñas velas de color rojo y cuatro grandes velas blancas sobre las ramas adornadas con piñas de pino. Cada día que pasaba prendía una pequeña y cada domingo de Adviento encendía una blanca.
La espera resultó más interesante y sentó las bases de lo que hoy en día conocemos como corona de Adviento.
Los primeros datos de la corona hecha con hojas de pino o abeto se remontan a 1860. Para principios del siglo XX, esta tradición ya se seguía en casi todos los hogares alemanes. Sin embargo, actualmente esta tradición navideña de Alemania se sigue en prácticamente todos los rincones del planeta.
En algunas religiones se utilizan velas de colores, en otras son seis no cuatro cilindros de cera.

Los católicos usaron tres velas moradas y una rosa. La rosa se prende el tercer domingo de Adviento que es el domingo de Gloria (Gaudete). Las velas moradas simbolizan la penitencia y preparación y la rosa simboliza la alegría por el nacimiento de Jesús.
Los luteranos adornan la corona con cuatro velas violetas.

Los suecos encienden la vela de color blanco el primer domingo de Adviento y los siguientes tres domingos prenden velas moradas.




Lo importante es que, independientemente del carácter religioso, las velas encendidas en la corona  son un símbolo de luz, vida y eternidad que ilumina los hogares en esta temporada invernal. El color verde de las hojas de pino simboliza la vida, las velas simbolizan la luz y el círculo, por no tener principio ni fin, la eternidad.
En Veles i + hemos tenido el privilegio de elaborar las coronas de Adviento para la Parroquia San Miguel y San Sebastián de Valencia aquí os dejamos unas imágenes:


Iglesia de San Miguel y San Sebastián
Valencia



Corona de Adviento (P) Rústica.
En el centro la vela de Navidad.
Veles i +
Corona de Adviento (SG) Rústica.
En el centro la vela de Navidad.
Veles i +


FUENTE
Gabriela Salgado, CAI, 29 de noviembre de 2010.

domingo, 6 de noviembre de 2011

LAS VELAS Y EL ARTE: El Guernica de Pablo Picasso.


La lumbre de las velas es un recurso que los artistas han utilizado desde antiguo para resaltar un objeto, persona o cualquier otro elemento dentro de una obra de arte.

Sin embargo muy pocas veces nos paramos a pensar qué quiere decirnos esa luz que, sin advertirlo, nos obliga a concentrar nuestra atención en un punto fijo. 

La magia reside precisamente en ese poder que poseen algunos elementos accesorios que en ocasiones juegan con nuestro inconsciente de modo sorprendente.



Vamos a iniciar una serie de posts sobre las velas en el arte con una obra perteneciente al siglo XX: el Guernica de Pablo Picasso (1881-1973)


El guernica.
Pablo Picasso

Este cuadro alude al bombardeo que tuvo lugar en Guernica en abril de 1937, durante la Guerra Civil española. La obra se conforma de numerosos elementos los cuales pretenden mostrar el horror sufrido durante una contienda bélica como fue la que tuvo lugar en España entre los años 1936 y 1939.

Un amasijo de formas se arremolina en la parte inferior de la obra, miembros mutilados, algunos todavía armados, rostros atemorizados y sobretodo un caos incomprensible. 




Conforme vamos ascendiendo por la composición nos encontramos una mayor claridad espacial, sin embargo el pavor y el miedo se han vuelto más latentes. Podemos ver cómo la gente grita aterrada ante la barbarie que se está cometiendo. 



Y entre la multitud agobiante aparece la luz de una vela, esa que un brazo emergente de una ventana sujeta. La mujer a la que pertenece la mano está asomada a una ventana, tal vez gritando, y con su mano sujeta el quinqué que ilumina la escena. 


Es cierto que hay otro punto de iluminación, la bombilla, que representa el sol, sin embargo un sol que en la España de la Guerra Civil ya no brilla, ni alumbra, ni calienta; por eso el país se ve condenado a iluminarse mediante una lumbre artificial, que es la que con gran esfuerzo es capaz de proyectar la España destrozada. 


Entendamos entonces la luz de la vela como la luz de la Esperanza, la única que se atreve a brillar cuando todo parece perdido, la luz que en momentos de caos nos alumbra a todos y nos permite seguir adelante. Este quinqué representa las esperanzas que los más afectados por la guerra pusieron en la recuperación del país y sobretodo en la llegada de la calma.

La luz de la Esperanza, de la Fe, la luz que alumbra una escena cotidiana o la que nos habla del Yo más íntimo de los personajes. La luz de la vida que se consume, o tal vez la de la ilusión que vuelve a brillar. La luz que ilumina el reflejo de la melancolía, del pecado y del arrepentimiento o la luz que nos muestra el camino verdadero. 

Sea cual sea su lectura, la luz es un elemento fundamental a la hora de la composición final de una obra de arte. Una vela en un quinqué, un objeto tan cotidiano y simple, se puede convertir en el elemento decisivo de la lectura de un cuadro. 

En Veles i + te animamos a que te sumerjas en la magia de la luz alumbrando tus escenas cotidianas con nuestras velas.


FUENTE:
A LA LUZ DE LAS VELAS
Blanca Garralda Grábalos
Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitate


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